Román y Canivell | Arquitectos

El objeto último de la intervención es dotar con nuevos usos una infraestructura existente, la Estación de San Bernardo, revitalizando la misma y el área circundante, poniendo en valor un punto con historia en la ciudad.

APARCAMIENTO
La demanda de aparcamiento existente y que previsiblemente aumentará al revitalizar la zona, hace necesaria la implantación de un aparcamiento subterráneo, que además, resuelva las necesidades del Mercado de la Puerta de la Carne. Se propone una dotación total de aparcamiento para 100 vehículos.

PLAZA
Se propone revitalizar el espacio público mediante una ordenación con elementos claros y de suficiente entidad, que buscan generar una imagen reconocible. 
Para los accesos peatonales al aparcamiento y Kioscos se proponen dos cajas protegidas por una envolvente de lamas de madera  y se genera un gran espacio protegido del sol mediante una gran pérgola de estructura metálica. 
Dado que el punto de atracción principal de este nuevo espacio urbano es el Mercado de la Puerta de la Carne, se propone una gran fuente/escultura con forma de M, que es susceptible de convertirse en una imagen reconocible del Mercado. Esta se ubicaría centrada en la nueva plaza, junto a varias láminas de agua para refrescar la temperatura en verano y se plantean parterres ajardinados con vegetación autóctona, buscando diferenciaciones cromáticas, las jardineras se proyectan con un espesor suficiente para que sean susceptibles de utilizar como bancos en todo su perímetro.

MERCADO
Dado que la disposición de los puestos del Mercado ya ha sido convenientemente estudiada por el Ayuntamiento, y la organización de los mismos es obligatoria en el Pliego de Condiciones, la actuación se centra en proponer diversas mejoras:
Funcionamiento Independiente: Al proponer el acceso principal al Centro Deportivo desvinculado del Edificio de Viajeros, la única conexión del mismo con la Planta Baja del Mercado se produce en la esquina de la torre Norte. Al ser posible ubicar las puertas de salida de evacuación directamente sobre la fachada del edificio, nunca habrá interferencias de funcionamiento entre los dos usos, y facilitará la gestión de los mismos.
Visera: Se recupera el concepto de visera de protección solar de la fachada oeste del Edificio de viajeros, posibilitando un espacio de encuentro junto a la misma, la implantación de mesas vinculadas a zonas de restauración del Mercado, o una posible ubicación de pequeños puestos de venta exteriores. Se materializa mediante una estructura metálica ligera.
Tratamiento Espacial: Respetando la disposición de los puestos a lo largo del edificio de viajeros, se busca dar una imagen actual y atractiva mediante el tratamiento del espacio interior. De este modo se propone un pavimento oscuro, que jugando con la ubicación de los pilares de acero existentes dote de personalidad a este espacio. Los puestos se revestirán exteriormente  de paneles compactos acabado madera, conformando los altillos de almacenamiento grandes cajas de madera, abstractas que parecen estar suspendidas en el espacio. 
Fachada: Dado que el tamaño y disposición de los puestos hace muy complicado poder aprovechar los huecos existentes en fachada o generar visuales de dentro a fuera del edificio, se propone tratar el cerramiento exterior de los puestos como un fondo abstracto con  la rotulación del nombre del mercado o del deportivo, según su ubicación, que caracterizarán las fachadas a la Plaza y la Nave de Andenes del Edificio de Viajeros.

CENTRO DEPORTIVO
La intervención en la Nave de Andenes se plantea con una estrategia espacial que busca potenciar la percepción de la misma. Se plantea una propuesta que busca  recuperar el espacio interior de la zona de Andenes para que sea lo más permeable posible en planta baja.
De otro lado, las necesidades volumétricas derivadas del programa de necesidades de un Centro Deportivo son muy importantes.
La propuesta arquitectónica  se articula  según estos criterios de partida:
- Se generan pasos paralelos a la fachada del Edificio de Viajeros y la de la Nave a la calle Juan de Mata Carriazo, de modo que se favorece la incursión de los viandantes al espacio interior de la nave, dejando que sea un espacio cubierto público que se puede atravesar. Se planteará algún elemento de cierre  para evitar por las noches el paso por el espacio interior de la nave, por claros motivos de seguridad.
- Se proyecta un contenedor que nace exento desde la planta sótano y cuya planta baja de vidrio tratado nos permite vislumbrar la fachada interior del Edificio de Viajeros desde la calle.
- El contenedor en la planta superior se reviste de vidrio tintado y reflectante para reflejar la antigua Estación, su fachada a la zona de andenes. El nuevo edificio vestiría su fachada con los reflejos del antiguo.
- El contenedor discurre en zigzag por la nave, acercándose y alejándose de la fachada del Edificio original, generando diferentes perspectivas, y distorsionando los reflejos en su fachada por esos ángulos.
La distribución del programa de necesidades del Centro Deportivo se supedita a potenciar estos objetivos de proyecto.
- Planta sótano principalmente de instalaciones, aunque acoge los vestuarios de grupo, en una zona diferenciada.
- Piscina y spa  en planta baja, junto a zonas de accesos, recepción, administración..
- Planta Primera: Vestuarios. La parte más privada del Centro Deportivo, menos visible desde el exterior, disfruta de la visión de la fachada del Edificio antiguo.
- Planta segunda: Sala de Fitness: Sobre el gran contenedor  y bajo una envolvente de vidrio extra claro. Será el espacio de actividad más continua del Centro. Un gran espacio diáfano  transparente en su perímetro y  puntualmente en su cubierta, pretende volcarse al interior de la nave y al vacío generado entre los dos edificios.
- Salas de Usos Múltiples: En la planta primera del Edificio de Viajeros, sobre el Mercado. Se comunican con el edificio principal mediante dos pasarelas que generarán un flujo de personas que cruzan el espacio interior de la nave a unos 7 metros de altura. Estas salas aprovecharán el espacio de los torreones, con sus huecos y su configuración espacial original.
Desde el punto de vista energético, es reseñable el ahorro que se produce al aprovechar una envolvente existente, dado que la carga térmica en la nueva fachada en verano se reduce muy considerablemente. Se generan flujos de aire alrededor el todo el volumen nuevo, y son susceptibles de aprovechamiento para renovaciones naturales de aire.